Después de pedalear un tiempo por una zona tan conservadora como el Este de Turquía, cruzar la frontera georgiana por el litoral del Mar Negro supone un enorme cambio. En pocos kilómetros desaparecen las mezquitas; reaparecen las mujeres con sus escotes y minifaldas; el dominó deja paso al ajedrez; los tonos ocres del paisaje a un verde intenso; el ambiente reseco a una sofocante humedad; el aparente estado sobrio a un desmesurado consumo de alcohol; distinto alfabeto; billetes de monopoli e incluso reaparecen los "extinguidos" cochinillos.
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1 comentario:
Hola parejita de parte de Dorletaitor.
No se si sabréis pero el mismo dia que leemos vuestro mensaje desde Batumi, el Moratinos, ministro del pais de aqui más abajo(Desatinos, como dice el inclito enano de la COPE) está tambien en esa misma ciudad. Le dais recuerdos.
Vemos que la cosa se ha puesto muy interesante desde la ultima vez, y la diversidad de Turquia no desfrauda a nadie. Tesekur por las fotos y las aventurillas.
Hemos estado incomunicados en el mar, así que no hemos podido enviaros nada. Os mandaremos más info a la direccion de internet.
Cuidaros. Agur.
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